Mi historia como Emprendedor comienza con 14 años. Un verano, como muchos jóvenes, le propuse a un amigo buscar trabajo para ganarnos un dinero que cubriera los gastos de unas vacaciones, y decidimos que lo íbamos a hacer como repartidores de publicidad. Lo que conocemos comúnmente como ‘buzoneo’.

No tardamos en darnos cuenta que este negocio podía reportarnos importantes ingresos y decidimos hacerlo de manera recurrente hasta que, al cabo de un año, mi compañero decidió dejarlo.

Trabajé duro. El trabajo bien hecho y las continuas escapadas de mi casa y del Instituto empezaron a notarse en mi cartera de clientes.

Dos años después, con 16, di el paso. Monté mi propia empresa de distribución de Publicidad. Ya era conocido en la zona como el empresario más joven. Desde entonces no he hecho otra cosa que intentar satisfacer las necesidades de mis clientes diseñando las mejores estrategias, buscando las mejores soluciones, optimizando al máximo sus recursos y, en la medida de lo posible, innovando. ¿Cómo? Haciendo lo que nadie se ha atrevido a hacer en mi sector.

Con mucho trabajo, perseverancia y sacrificio, hemos conseguido llegar a Andalucía, Madrid, Valladolid y Murcia, y hemos logrado abarcar todo el territorio de España antes de finalizar el 2015.